lunes, 14 de julio de 2014

Saps?

- Saps qui sóc?

 

- La bruixa que té encantat el meu cor.

 

- Saps que farem?

 

- Gaudir junts de les pereres i embercoquers.

 

- Que aconseguirem?

 

- Allò que busquem i mai hem trobat.

 

- On arribarem?

 

- Allà on els somnis desapareixen perquè els dessitjos són ja realitat.

domingo, 22 de junio de 2014

ABSÈNCIA

Lluny, molt lluny, l'ànima era fora de mi. Allà on els
núvols no hi són i només hi ha sol era jo real i estava
el meu cos, cansat i transparent. No em veia ningú.
Caminava pels carrers, que sentia obscurs i humits,
mentre la gent vivia aliena a mi.
Tan a faltar et sentia que el món no hi era. Obrir una
porta i trobar-te de sobte desitjava en cada crit de 
solitud. La teua absència creixia quan el sol s'amagava
per somiar. On serien els teus ulls foscos de llum de
mi, llum d'angoixa per tu, constant i encegadora?
Imatges a la ment que es negaven a ser dòcils. 
Intermitents, tossudes i tan teues. No manava de mi,
innocent creient-me lliure!
Cel terrós en l'horitzó ple de llesques de tu. La teua
boca omplia el meu cor esquinçat, tan viu quan
plorava els teus llavis i tan mort quan dormia el teu
oblit.
Reginallasa 






          

miércoles, 31 de julio de 2013

NÚVOLS

         
  De vegades els núvols són blancs i d’altres grisos, però quan venen negres tot és obscuritat, també de dia, i el mateix li passa a l’anima. Passen i pareix que brollen del no res i quan mirem el cel quedem embovats amb els seus moviments. Cares, nassos, cavalls, monstres… apareixen davant nostre mentre imaginem noms i històries que ens agrada escoltar quan una veu estimada ens conta a l’orella d’on venen i on van aquells essers tan especials.


Si els núvols són blancs imaginem personatges amables i positius, bons i amics. Si els núvols són negres pareix que tinguen que ser roïns. A mi m’agrada el negre. Vaig llegir que en algunes zones d’Àsia el color del dol per la mort d’un familiar és el blanc. Els colors també tenen connotacions culturals. Jutgem a les persones pels colors que solen utilitzar per vestir-se, els utilitzem per demostrar el dolor, per transmetre alegria, segons el génere del nadó.



       Si els núvols són negres pensem que plourà de seguida, una gran tronada ens amenaça. Rajos, llamps, só, claror intermitent, obscuritat, por a la natura, por a allò que no controlem. Si no hi ha núvols el sol ens calfa prou o massa segons qui opine però sempre, al nostre territori, amb molta llum i amb ànim per a viure.

       Quan la lluna plena ens visita cada mes el núvols juguen amb ella a amagar-la, a tapar-la, a fer un vel perquè la imaginem màgica, bruixeta. Sempre eixe cotó que veem al cel vol dir-nos alguna cosa, si el mirem ens dirà coses boniques o coses lletges però mai estarà mut, i si no ens diu res serà que nosaltres estem sords i cegos per a sentir la natura amb tota la seua esplendor.

       Imagina el teu núvol, dibuixa’l de “cotó-en-cel” a qui estimes i et dedicarà un somriure que farà palpitar el teu cor per gaudir un gran dia.

sábado, 13 de julio de 2013

Nada puede hacer que la olvide

Cuando creé este blog lo compartí con una persona muy especial e importante para mí.  Conversando sobre él e intentando sonsacarle su verdadera opinión muy displicentemente me animó a continuar escribiendo y seguir con mi modesta aportación al mundo de los pensamientos y la escritura. Comentamos como llegan las ideas y a partir de qué instante u oración todo parece fluir. Entonces le propuse que me dijera una frase inicial para el próximo pensamiento o relato.

Las siguientes propuestas nace de la frase espontánea que me regaló e inspiró en mí varios caminos que recorrer. Ojalá alguno sea de su agrado.


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Nada puede hacer que la olvide. Sus ojos claros, su larga melena y su sonrisa fascinaron mi infancia. Era severa y exigente pero paciente en cada enseñanza. Aprendí cuanto exige la vida, lo solos que llegamos a sentirnos. Castigada sin patio leyendo aquel libro fascinante supe lo buena que podía llegar a ser mi señorita. Mira siempre al horizonte y jamás agaches la mirada, me dijo, somos lo que sentimos y nuestros actos como nos sienten. Aprendí cuan libre debo ser cada instante.

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Nada puede hacer que la olvide. Reímos, hablamos y nos pelamos alguna clase. Soñamos, copiamos y estudiamos entre cigarrillos, kilos de pipas y apuntes. Maduramos entre confidencias, broncas y mucho cariño. Un mal día se fue, lejos, donde solo llego con el corazón latiendo al atardecer, cojeando en el camino. Pero sé que si llego su complicidad aliviará todos mis males.  

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Nada puede hacer que la olvide. Es mi sol que emerge más allá del horizonte, el único pensamiento arropada en mi cama. Cierro los ojos y veo cada rasgo de su cara, el movimiento de sus manos y sus contoneos. Conocer sus sentimientos es un privilegio y compartir su alegría y energía un paraíso entre mortales. Compartir esos momentos es vivir la felicidad.

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Nada puede hacer que la olvide.
Cada día vive en mi, me sonríe,
me acuna, me ama.

Sus manos las más cálidas
sus besos los más sonoros
mis temores los suyos.

Lloran mis ojos tristes
al rememorar su tierna mirada,
ahora me ve y ya no siente nada.

Regina Llavata i Salavert


jueves, 4 de julio de 2013

¿ME OYES?

Entré en coma al instante. Al menos eso creo. El camión se deslizó por la placa de hielo sin control embistiendo mi coche lateralmente. Su gran bañera cargada de caolín sacudió mi vehículo como el viento huracanado golpea las hojas de un árbol. Toneladas de fuerza hicieron que sintiera todo mi esqueleto y entre el dolor y el miedo perdí la conciencia.

- Elena, ¿me oyes? Ojala no te hubieras ido, ya te dije y redije que pasaras la noche en casa. Cabezota, siempre a tu bola…..

Amparo no podía dejar de abroncarme y llorar al mismo tiempo. Mi mejor amiga se sentía culpable de un accidente que nadie sabe si alguien pudo evitar. El chofer del camión murió antes del accidente de un infarto fulminante, ¿a quién echarle la culpa pues? ¿Al destino, a mi obstinación de dormir en mi cama, al hielo, al embutido que cenó el camionero, a la crisis que hizo salir a la carretera al transportista…?

No me duele nada, este estado tiene sus ventajas pues no hay que hacer ni un solo esfuerzo, todos pasan a verte y muchos te expresan sus sentimientos, puedo oírles perfectamente hasta cuando suspiran. ¿Y verlos? No es necesario, los conozco, sé que expresiones marcan sus caras, los movimientos de sus manos, su expresión corporal. Amparo está enfadada, mucho, consigo misma. Cree que debió obligarme a dormir en su sillón.

- Disculpe, debo cambiar el gotero…

La enfermera con voz  agradable entró para hacer su trabajo. Esa chica me sosiega con tan solo sentir su presencia. Hay personas que tienen ese don, envidiable en mi opinión. Hoy domingo le tocó trabajar, guardia, y por eso mañana no estará en todo el día. Trata mi cuerpo con delicadez y ternura. Gracias, no puedo nombrarte, no sé como te llamas pero gracias, la bestia con voz de carajillera debería aprender de ti. Conozco al personal por su voz, sus comentarios cuando creen estar solos, solos conmigo, en mi aparente ausencia.

Mi inmovilidad, mi silencio y mi supuesta ausencia son el mejor antídoto para la soledad emocional de los demás. Solo ven mi cuerpo, solo ven una cosa, inerte, inmóvil, silenciosa, y eso hace expresar sus pensamientos y sus sentimientos a pesar de tener una vaga esperanza de que les esté escuchando. Con mis plenas facultades nunca les hubiera conocido tanto, no hubiera sabido tanto de ellos.

Y yo, cuando pueda volver a su vida de igual a igual, nunca les diré que les escuchaba atentamente porque en realidad no me lo contaban a mí, no me abrían su corazón y mente a mi, sino a sí mismos.


Regina Llavata i Salavert

lunes, 27 de mayo de 2013

L'arrop del paradís


Vore’t, volia vore’t
ulls de mussol
buscant-te entre la gent
i alhora el dubte,
què dir-te?

Em colpeja el pols,
cabell humit.
Guia’m lluna
lluny del tremolor.

Joves i grans riuen
boten i gaudeixen,
aplaudiments i crits
música i sentiments.

Et contemple, estàs,
ballant feliç.
I torna el dubte,
què dir-te?

Sigilosos moviments,
entre silencis va el joc,
contorneig i mirades
en mig del soroll.

Els teus braços
m’anellen el coll.
Què cal dir-te?
Els teus llavis
són l’arrop del paradís.
 Regina Llavata i Salavert

martes, 21 de mayo de 2013

....y ya no queda nada


Era la primera vez que lo hacía sola pero no tenía miedo. Mientras se dirigía al ascensor pensó que los muertos, al fin y al cabo, ni se mueven ni hablan. Su temor subiendo a la cuarta planta se centraba en el trato con la familia, entristecida y dolorida, que estaría junto a ella. Por el pasillo los enfermos paseaban, las visitas iban o venian, las auxiliares y enfermeras acudian a las llamadas. La 423 era la última del pasillo y en la puerta había cuatro o cinco personas, no las contó. Miró al suelo y tomó aire al acercarse. Buenas tardes. Sabian todos a que venía, eso facilitaba las cosas.

En la habitación estaban las dos camas con ambos pacientes y eso le pareció una desconsideración, aunque era invierno y no había una cama libre en todo el hospital no encontró justificación. En la B un señor mayor la miró en silencio, arropado hasta el cuello, asustado. Tres mujeres rodeaban la cama A, dos más jovenes y una más mayor, y engullida entre las sábanas estaba Consuelo, menuda, anciana, blanca, inmóvil. Los médicos ya habían certificado su muerte pero su rostro mostraba mucha serenidad y paz. La que tal vez era su hija acarició sus mejillas y sollozó mientras besaba su frente.

Le habian recomendado que no alargara el momento. Miró entonces a las tres y tras recibir un gesto de asentimiento se acercó y cubrió su cabeza con la sábana blanca de hospital público. Con movimientos pausados y respetuosos comenzó a desanclar la cama, las familiares salieron de la habitación para esperar junto a los hombres. Había que maniobrar para salir de allí, al pasar no miró al silencioso compañero de cuarto. Salió dirigiendo la cama por los pies, otros compañeros lo hacían por la cabecera, así que veia el bulto de Consuelo todo el recorrido. Por el pasillo la gente se apartaba sorprendida, con respeto, acallando su risa, bajando la mirada. Ya veia al compañero esperando con el ascensor cuando tuvo la impresión de estar acompañando a alguien a la estación del tren o al puerto. Una vez la viajera subiera al tren el servicio estaría hecho.

Llamó al timbre, abrió el de la funeraria. Pasa, pasa, te esperaba...Pasaron al lado de un cadaver ya arreglado y maquillado, yacía dormido en el número dos. Entraron en la zona restringida  al estrecho pasillo entre cajas y sillas rotas, una puerta a la derecha y alli estaban las neveras.  Al sacar la bandeja quedó paralela a la cama y afortunadamente a la misma altura... coge las puntas de las sabanas y haz un nudo, bien, así bien, coge el nudo con las dos manos y a la de tres....una, dos, tres....zas, Consuelo casi aterriza fuera de la bandeja...uff, es tan pequeña y pesa tan poco...bueno, voy a cerrar, rasssssss...bandeja dentro, adios Consuelo, se cierra la puerta y ya no queda nada.

Regina Llavata i Salavert