miércoles, 31 de julio de 2013

NÚVOLS

         
  De vegades els núvols són blancs i d’altres grisos, però quan venen negres tot és obscuritat, també de dia, i el mateix li passa a l’anima. Passen i pareix que brollen del no res i quan mirem el cel quedem embovats amb els seus moviments. Cares, nassos, cavalls, monstres… apareixen davant nostre mentre imaginem noms i històries que ens agrada escoltar quan una veu estimada ens conta a l’orella d’on venen i on van aquells essers tan especials.


Si els núvols són blancs imaginem personatges amables i positius, bons i amics. Si els núvols són negres pareix que tinguen que ser roïns. A mi m’agrada el negre. Vaig llegir que en algunes zones d’Àsia el color del dol per la mort d’un familiar és el blanc. Els colors també tenen connotacions culturals. Jutgem a les persones pels colors que solen utilitzar per vestir-se, els utilitzem per demostrar el dolor, per transmetre alegria, segons el génere del nadó.



       Si els núvols són negres pensem que plourà de seguida, una gran tronada ens amenaça. Rajos, llamps, só, claror intermitent, obscuritat, por a la natura, por a allò que no controlem. Si no hi ha núvols el sol ens calfa prou o massa segons qui opine però sempre, al nostre territori, amb molta llum i amb ànim per a viure.

       Quan la lluna plena ens visita cada mes el núvols juguen amb ella a amagar-la, a tapar-la, a fer un vel perquè la imaginem màgica, bruixeta. Sempre eixe cotó que veem al cel vol dir-nos alguna cosa, si el mirem ens dirà coses boniques o coses lletges però mai estarà mut, i si no ens diu res serà que nosaltres estem sords i cegos per a sentir la natura amb tota la seua esplendor.

       Imagina el teu núvol, dibuixa’l de “cotó-en-cel” a qui estimes i et dedicarà un somriure que farà palpitar el teu cor per gaudir un gran dia.

sábado, 13 de julio de 2013

Nada puede hacer que la olvide

Cuando creé este blog lo compartí con una persona muy especial e importante para mí.  Conversando sobre él e intentando sonsacarle su verdadera opinión muy displicentemente me animó a continuar escribiendo y seguir con mi modesta aportación al mundo de los pensamientos y la escritura. Comentamos como llegan las ideas y a partir de qué instante u oración todo parece fluir. Entonces le propuse que me dijera una frase inicial para el próximo pensamiento o relato.

Las siguientes propuestas nace de la frase espontánea que me regaló e inspiró en mí varios caminos que recorrer. Ojalá alguno sea de su agrado.


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Nada puede hacer que la olvide. Sus ojos claros, su larga melena y su sonrisa fascinaron mi infancia. Era severa y exigente pero paciente en cada enseñanza. Aprendí cuanto exige la vida, lo solos que llegamos a sentirnos. Castigada sin patio leyendo aquel libro fascinante supe lo buena que podía llegar a ser mi señorita. Mira siempre al horizonte y jamás agaches la mirada, me dijo, somos lo que sentimos y nuestros actos como nos sienten. Aprendí cuan libre debo ser cada instante.

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Nada puede hacer que la olvide. Reímos, hablamos y nos pelamos alguna clase. Soñamos, copiamos y estudiamos entre cigarrillos, kilos de pipas y apuntes. Maduramos entre confidencias, broncas y mucho cariño. Un mal día se fue, lejos, donde solo llego con el corazón latiendo al atardecer, cojeando en el camino. Pero sé que si llego su complicidad aliviará todos mis males.  

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Nada puede hacer que la olvide. Es mi sol que emerge más allá del horizonte, el único pensamiento arropada en mi cama. Cierro los ojos y veo cada rasgo de su cara, el movimiento de sus manos y sus contoneos. Conocer sus sentimientos es un privilegio y compartir su alegría y energía un paraíso entre mortales. Compartir esos momentos es vivir la felicidad.

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Nada puede hacer que la olvide.
Cada día vive en mi, me sonríe,
me acuna, me ama.

Sus manos las más cálidas
sus besos los más sonoros
mis temores los suyos.

Lloran mis ojos tristes
al rememorar su tierna mirada,
ahora me ve y ya no siente nada.

Regina Llavata i Salavert


jueves, 4 de julio de 2013

¿ME OYES?

Entré en coma al instante. Al menos eso creo. El camión se deslizó por la placa de hielo sin control embistiendo mi coche lateralmente. Su gran bañera cargada de caolín sacudió mi vehículo como el viento huracanado golpea las hojas de un árbol. Toneladas de fuerza hicieron que sintiera todo mi esqueleto y entre el dolor y el miedo perdí la conciencia.

- Elena, ¿me oyes? Ojala no te hubieras ido, ya te dije y redije que pasaras la noche en casa. Cabezota, siempre a tu bola…..

Amparo no podía dejar de abroncarme y llorar al mismo tiempo. Mi mejor amiga se sentía culpable de un accidente que nadie sabe si alguien pudo evitar. El chofer del camión murió antes del accidente de un infarto fulminante, ¿a quién echarle la culpa pues? ¿Al destino, a mi obstinación de dormir en mi cama, al hielo, al embutido que cenó el camionero, a la crisis que hizo salir a la carretera al transportista…?

No me duele nada, este estado tiene sus ventajas pues no hay que hacer ni un solo esfuerzo, todos pasan a verte y muchos te expresan sus sentimientos, puedo oírles perfectamente hasta cuando suspiran. ¿Y verlos? No es necesario, los conozco, sé que expresiones marcan sus caras, los movimientos de sus manos, su expresión corporal. Amparo está enfadada, mucho, consigo misma. Cree que debió obligarme a dormir en su sillón.

- Disculpe, debo cambiar el gotero…

La enfermera con voz  agradable entró para hacer su trabajo. Esa chica me sosiega con tan solo sentir su presencia. Hay personas que tienen ese don, envidiable en mi opinión. Hoy domingo le tocó trabajar, guardia, y por eso mañana no estará en todo el día. Trata mi cuerpo con delicadez y ternura. Gracias, no puedo nombrarte, no sé como te llamas pero gracias, la bestia con voz de carajillera debería aprender de ti. Conozco al personal por su voz, sus comentarios cuando creen estar solos, solos conmigo, en mi aparente ausencia.

Mi inmovilidad, mi silencio y mi supuesta ausencia son el mejor antídoto para la soledad emocional de los demás. Solo ven mi cuerpo, solo ven una cosa, inerte, inmóvil, silenciosa, y eso hace expresar sus pensamientos y sus sentimientos a pesar de tener una vaga esperanza de que les esté escuchando. Con mis plenas facultades nunca les hubiera conocido tanto, no hubiera sabido tanto de ellos.

Y yo, cuando pueda volver a su vida de igual a igual, nunca les diré que les escuchaba atentamente porque en realidad no me lo contaban a mí, no me abrían su corazón y mente a mi, sino a sí mismos.


Regina Llavata i Salavert